Líneas de acción y programas estratégicos
Habitabilidad
A partir del consenso en
torno a la importancia de repoblar el Centro Histórico, la habitabilidad se
definió como el entramado de condiciones que posibilitan la vida vecinal en dos
grandes dimensiones: la vivienda, en sus aspectos físicos, económicos y
sociales, y el desarrollo urbano sustentado en los principios de heterogeneidad
y pluralidad por sus múltiples funciones urbanas: el comercio, la vida pública,
la cultural y el turismo, por mencionar algunas. La imperiosa necesidad de recuperar la habitabilidad será una parte importante de la gestión de la Autoridad del Centro Histórico en los próximos años. Su labor se encaminará a desarrollar procesos de rehabilitación de edificios y viviendas, con prioridad y especial atención en las necesidades habitacionales de los actuales residentes y de los que han decidido regresar a vivir en los últimos años, alimentando, al mismo tiempo, su autoestima y reconocimiento social. La Autoridad del Centro
Histórico creará la Oficina Técnica de Proyectos (OTP) con una estructura
técnica de apoyo que permita ejercer el liderazgo técnico en relación con los
criterios y métodos de intervención en los edificios y viviendas del Centro
Histórico. Esta unidad tendrá como objetivo la búsqueda de respuestas y
soluciones a los problemas cotidianos de los ciudadanos. La acción técnica
cualificada es un servicio público y estará, por tanto, destinada a los
habitantes del Centro Histórico que la demanden. En el marco del Plan Integral
de Manejo, la Autoridad del Centro Histórico deberá articular un discurso
técnico de intervención propio y coherente que de alguna manera marque un
criterio genérico reconocible de intervención. Este discurso no sólo deberá
servir para defender el proyecto de renovación urbana ante los ciudadanos,
haciendo reconocible sus objetivos y procedimientos, sino que debe articular la
presentación del proyecto y su viabilidad ante las administraciones sectoriales
susceptibles de cooperar en su desarrollo. El objetivo es demostrar que la
rehabilitación es posible y que el soporte físico existente, que se ha
reconocido válido en la historia, es capaz de soportar la carga habitacional
requerida sin entrar en conflicto con la estricta conservación de los valores
patrimoniales de la ciudad. Para esta tarea creará convenios de cooperación con
los colegios de profesionales y con las instituciones académicas para hacer
servicio social y práctica profesional en la OTP como una oportunidad para el
conocimiento compartido, la investigación y la innovación en las soluciones que
se desarrollen. Uso
y destino del suelo
El
análisis de uso del suelo se realizó a partir de un levantamiento para un total
de 9,362 lotes de las 769 manzanas que integran el Centro
Histórico de la Ciudad de México, de las cuales 214 (3,080 lotes) forman parte del Perímetro A y 555 manzanas
(6,282 lotes) se encuentran el Perímetro
B. El trabajo de levantamiento estuvo coordinado por el PUEC-UNAM y la
Autoridad del Centro Histórico, y en él participó un grupo de estudiantes de la
Facultad de Arquitectura de la UNAM durante los meses de julio a septiembre de
2016. La
clasificación de los predios según el uso del suelo se determinó considerando
la actividad predominante en cada lote[1] esta
información fue procesada y analizada mediante un sistema de información
geográfica, lo cual representa un valioso insumo para la gestión del Centro
Histórico de Ciudad de México. A
partir de los resultados obtenidos del levantamiento, se concluye que el uso mixto representa 26.99%, siendo un
total de 2,527 lotes. Se trata
principalmente de viviendas combinadas con actividades de comercio y/o
servicios que se ubican predominantemente en la parte norte y centro-sur, que
corresponde a las colonias Centro y Morelos. Los servicios representan 23.15% del total, que
abarcan 2,167 lotes. En este caso los giros predominantes son bodegas, oficinas
y estacionamientos públicos que se concentran en las zonas de Madero-Sector
Financiero, Sur de la Alameda y Chimalpopoca-Doctores. Los predios con uso comercial representan 19.56%
(1,830 lotes), y se encuentran sobre todo en el Perímetro A, en la zona de
Loreto y en vías primarias como el Eje 1 Oriente-Vidal Alcocer; el Eje
Central–Lázaro Cárdenas y Avenida Arcos de Belén-José María Izazaga, en donde predominan
las tiendas de ropa y tela, así como diversas plazas de comercio popular. La vivienda ocupa un total de 1,798 lotes, lo que
corresponde a 19.21% del total. Conforme
a su distribución territorial, ésta se localiza en los costados noroccidente y
oriente del Perímetro B de la Zona de Monumentos Históricos (ZMH), situación
que indica la escasa permanencia de vivienda en el Centro Histórico y el
progresivo deterioro de las condiciones de habitabilidad particularmente en el
Perímetro A de la ZMH. También se identifica vivienda en lotes del centro
fundacional como son las históricas colonias Guerrero, Buenavista, Morelos,
Ampliación Penitenciaría, Zona Centro y, al sur, en las colonias Tránsito y
Esperanza. El uso que sigue es equipamiento
que representa 5.82% del total y que ocupa 545 lotes distribuidos en toda el
área de estudio. En el Perímetro A se concentran las unidades de educación,
cultura y administración pública: Zona Catedral-Madero, San Ildefonso-Loreto y
Madero-Sector Financiero; mientras que al oriente del Perímetro B se localizan
núcleos importantes que concentran equipamiento de abasto, administración y
servicios urbanos y algunas unidades de educación, abarcando las zonas de
Morelos-Archivo General de la Nación; Merced-Sonora y Venustiano Carranza.
Sobresale, por su importancia, el conjunto
de 28 mercados públicos de la Antigua Merced, así como los 11 mercados
localizados en el suroriente; los 5 mercados de la zona San Juan-Ciudadela, al
suroccidente; 5 mercados ubicados en las zonas Garibaldi-Lagunilla 2 y
Guerrero. Al interior del Perímetro A de la ZMH sólo se identificó un mercado
en la zona de San Ildefonso-Loreto, en el norte. Estas zonas se conectan por
vías primarias. Los mercados del Centro
Histórico han originado en su entorno urbano una gradual transformación en los
usos de suelo, a partir de la intensa concentración y desarrollo del comercio y
los servicios. Finalmente, se encuentra el uso Industrial que
representa 0.34 % del total y ocupa 32 lotes, ubicados todos en el Perímetro B
de la ZMH, principalmente al costado sur en las colonias Tránsito, Merced
Balbuena y Doctores, y, al norte, en la colonia Guerrero. Este uso reúne lotes
con uso de industria ligera que se conserva, dedicados principalmente a la
producción de confección textil y de alimentos. Los lotes clasificados como otros[2] constituyen 3.95% del total,
con 370 lotes registrados. Se encuentran distribuidos por toda el área de
estudio, con algunas concentraciones en colonias residenciales como Guerrero,
Doctores, Juárez, Ampliación Penitenciaria y la colonia Centro. Los porcentajes
más altos corresponden a edificios y accesorias abandonados, así como predios
baldíos. Es de resaltar que un total de 256 lotes y sus inmuebles tienen algún
tipo de catalogación patrimonial, los cuales se encuentran distribuidos de la
siguiente manera: 179 lotes con inmuebles abandonados y que conservan su
catalogación, los cuales están en las colonias Centro y Guerrero; 35 lotes con
accesorias sin uso, principalmente en la colonia Centro; 28 lotes con
construcción de algún tipo en inmueble catalogado; así como 9 lotes baldíos con
algún tipo de catalogación que se encuentran en las colonias Centro y Guerrero.
Este panorama refleja la situación de
vulnerabilidad, riesgo, falta de apoyo y vigilancia apropiados para estos inmuebles
y espacios patrimoniales del Centro Histórico, principalmente para aquellos que
no poseen inmuebles con arquitectura relevante o monumental.
[1] El uso predominante se determina a partir de la actividad económica (giro). En los casos en los cuales existen dos actividades económicas, se prioriza la actividad que se realiza en la planta baja; si se trata de lotes con varias construcciones, se considera la actividad que ocupa la mayor superficie edificada, así como la localización con respecto a las vías (frentes de calle, jerarquía vial o cruceros). [2] Esta clasificación incluye predios baldíos, predios con construcciones abandonadas o bien con construcciones en proceso, así como aquellos que sólo tienen fachadas escénicas; por lo general, se trata de predios cuya situación física actual es transitoria. |